Proverbios del Dr. Mariano Cañizares Parrado.
- Vivir es un privilegio, saber vivir es una obligación.
El que a los placeres ama, ¿el dolor le será pasajero?
Resulta fácil encontrar defectos, cuando es lo único que se busca.
La verdad de las cosas sólo se ve en los ojos de aquel que la persigue.
En el inseguro, el entusiasmo se disipa como el humo en la atmósfera.
Los más profundos consejos se encuentran en el silencio.
Hay quienes sin ojos perciben más la luz, que quien nunca ha padecido de la vista.
No piense que la fuerza es razón, utilice la razón para medir la fuerza.
Quien crea vivir en limpios caminos, morirá a tropezones.
Si la bondad fuera vida, muchos morirían sin haber conocido que nacieron.
Lo que se sabe y no se enseña, es como si no se hubiera aprendido.
Según sea la codicia, así será el sufrimiento.
Acercarse a la perfección, implica ser portador de imperfecciones.
Quien se aferra a una idea como única y verdadera, no une, separa.
El que descansa en la ignorancia, morirá abrazado por los necios.
Quien de sus consejos hace su único alimento, matará el hambre su sabiduría.
El verdadero hombre de futuro, es quien mitiga la sed y el hambre, con la inquietud de lo desconocido.
La destrucción de nuestros intereses, es lo más próximo a la muerte.
La mayor distancia de la muerte, se encuentra en la lucha por la vida.
En el mundo de hoy, la mentira es más dañina que la guerra armada.
El arte de leer entre letras, es el lenguaje de lo que se oculta.
La solidez de los conocimientos, no está en lo que se supone saber, sino en la consciencia de lo que se ignora.
La angustia es la hermana carnal de las arrugas.
El único dolor que se soporta, es el de los demás.
Embriagar el corazón sólo es posible, cuando el amor corre en nuestras venas.
Sólo se es pobre, cuando somos desposeídos de nuestros pensamientos.
La indiferencia es el más fuerte agresor de las palabras necias.
El más insoportable, no es el simple ignorante, sino quien lo es y se cree tener iniciativas.
El valor para suicidarse es un minúsculo granito de arena, ante el inmenso rascacielos de miedo, para enfrentar la vida.
El silencio impuesto, habla más que las intensas manifestaciones.
Cuando su lengua vaya a moverse, cerciórese de que el cerebro esté trabajando.
Son virtuosos aquellos, que aún no se lo creen.
Sólo hay dos grupos de personas, los neuróticos y nosotros.
Buscar la felicidad donde no se puede encontrar, es un modo especial de justificar nuestras desgracias.
Confundir la felicidad con el placer, es despojarla de su carácter duradero.
Quien quiera librarse del miedo, primero que todo, debe confesarse a sí mismo que lo siente.
Apelar a la desdicha, es sólo un intento de encontrar la culpa de nuestras debilidades, fuera del campo de la responsabilidad propia.
Para reírnos de torpezas ajenas, primero debemos reconocer las nuestras.
No existe nada más alejado de la razón, que el fanatismo.
La irritabilidad comienza donde termina la razón.
Ser altruista no es dar lo que nos sobra, es más que todo, compartir lo que tenemos.
El mejor terapeuta para solucionar un conflicto, se encuentra en el interior de quien lo sufre.
Saber dudar es el mayor acto de confianza en sí mismo.
La vanidad más sutil, está presente cuando nos comparamos con aquellos que superamos.
Cuando tu única riqueza sean los recuerdos, puedes considerarte el hombre más pobre de la tierra.
El sufrimiento de los grandes hombres, está en la consciencia de saber, que sólo se les admirará después de su muerte.
Racionalizar nuestro dolor, puede ser un engaño, pero es un grito a la quietud.
Hay quienes se hunden tanto en la oscuridad, que ya no soportan enfrentar la luz.
Buscar nuestros defectos para sólo arrepentirnos, es hacernos desgraciados al encontrarlos.
Cuando quieras conocer los instintos primitivos de un hombre, otórgale poderes.
Al triunfador la resistencia lo impulsa, al pesimista no le hace falta resistencia.
Amar es voluntad de sumisión, sin crítica consciente.
El único dolor que produce placer, es aquel que se convierte en prueba de amor.
Donde la crítica se rebosa, sin propuesta de soluciones, poco abunda la creatividad.
Quien no admite consejos, por lo general, es quien más los necesita.
Las costumbres son corbatas que asfixian la originalidad.
La justicia divina es perfecta y tiene a cada ser humano en el lugar que le corresponde.
Quien dice saber pintar águilas, por lo general pinta patos.
Las pesadillas son el castigo de las impurezas y el profeta de sus soluciones.
Quien se siente seguro de sí mismo, jamás empleará tiempo para demostrarlo.
Seguir un consejo sin reflexionar, es como tirarse al agua sin saber si hay tiburones.
Todos conocemos el abrazo del miedo, aunque hayan expertos para ocultarlo.
Para triunfar debemos vivir pensando que seremos eternos.
La verdadera oportunidad es aquella que recordamos haberla perdido.
El verdadero amor no se brinda pidiendo recompensa.
Cuando muchos quieren pensar, los sabios se retiran.
No es pobre quien carece de todo, sino aquel que lo desea todo.
El orgullo ajeno es insoportable, pero más aún, cuando hiere el nuestro.
El fracasado sólo sueña con lo que no es o con lo que no tiene.
En la vida no se pierden los encantos, sólo cambia la edad.
Cuando te sientas brillar, apagarás tus encantos.
No es débil quien pide un consejo, sino quien lo cumple ciegamente.
No te compadezcas del inválido, sino de quien aprendió a caminar sin saber para qué.
El más horrible de los asesinos, es el que mata la esperanza ajena.
Cuando quieras que alguien te comprenda, ponte en el justo lugar de quien te escucha.
Saber perdonar es tan justo y necesario como pagar una deuda.
La felicidad extrema está tan cerca del sufrimiento, que muchas veces lloramos de alegría.
Traicionarse a sí mismo es el peor de los engaños.
Sólo se es rico cuando somos felices con lo alcanzado.
El que piense que el amor y la felicidad no existen, debiera abstenerse de brindar consejos.
El altruismo con atino, es el culto que la inteligencia le rinde a la grandeza humana.
Abandonar la pobreza que vivimos, para abrazar la imaginación de ser rico, es cavar la tumba de las esperanzas.
Cuando todo me parece virtud, sin duda alguna estoy enamorado.
Ansiar sólo la inmensidad del cielo, es despreciar el granito de tierra que está en nuestros pies.
Los malvados construyen castillos donde reina la ingenuidad.
El colmo de un sádico, es privar a su víctima, del derecho a expresar su sufrimiento.
Mencionar el nombre de un idiota, es darle el valor que no ha sabido ganar.
No existe verdad más indigna que la obtenida por la fuerza.
Cuando permitimos la espontaneidad como algo legítimo, podemos hablar de libertad.
Donde más peligro existe, es en la mente cobarde.
Cuando lo evidente está ante nuestros ojos, investiga con más escepticismo.
La mala hierba en terreno árido, crece tan rápido, como la discordia en el fanático.
El bien y el mal son polos opuestos, sólo sabrás a cuál perteneces, cuando sepas encontrar con precisión, su centro de gravedad.
La suerte vuela muy alto y sólo se posa en los brazos de quien la construye.
La maldad es un pájaro veloz y audaz, pero no escapa a los disparos de la inteligencia.
Cuando el espíritu muere, poco valen los latidos del corazón.
La agresión física sólo es posible, cuando mentalmente hemos sido vencidos.
Lo más valioso que puede perder el ser humano, es el tiempo.
Cada persona en el mundo es grande a su propio estilo.
Sólo hay un modo de ganarse el respeto de nuestros similares, respetándolos a ellos.