Temperamento nervioso y tendencias sexuales. Segunda parte.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
La esfera sexual en el ser humano desde la antigüedad y hasta hoy, ha sufrido múltiples metamorfosis, pero afortunadamente las tendencias sexuales inconscientes se han mantenido conservadas. Que la sociedad lo censure o lo autorice, está sujeto a la consciencia, pero jamás nadie, por mucho poder que tenga, podrá quitarle de la mente sus fantasías sexuales. Ellas no sólo las acompañarán en los estados de vigilia, sino también en sus ensueños.
Hay un viejo proverbio que dice: "No puede haber tantos homosexuales equivocados. Algo atractivo debe tener". Yo pregunto como especialista de la mente humana: ¿Alguien de los que en este momento está leyendo este artículo, olvidó la imagen consciente o inconsciente de una fantasía sexual, e inclusive con el mismo sexo? Una cosa es pensarlo o soñarlo, pero otra muy distinta es hacerlo. No estoy diciendo que usted lo haga, porque muchos seres humanos se mueren con ese deseo reprimido, no sólo por prejuicios sociales, sino más que todo, influido por la formación del carácter, durante el desarrollo ontogenético de su personalidad.
Siga cultivando sus fantasías sexuales, aunque nunca pueda realizarlas. Ellas también son parte de la vida. Lo visto como normal no requiere mucho análisis, porque pasa desapercibido. Entonces, todas las tendencias sexuales de cada temperamento, estarán dirigidas al análisis de lo atípico, lo exclusivo, y lo supuestamente anormal.
Este artículo, puede ser de un valor extraordinario a la hora de establecer un perfil psicológico sobre alguien que pueda o haya cometido algún delito sexual. Por tanto, es muy susceptible al análisis de las siguientes tendencias.
El temperamento nervioso con el fin de evitar la tensión presencial que genera el acto carnal con cualquier similar; sea del sexo contrario o del propio, prefiere lograr el orgasmo a través de la observación de personas desnudas o realizando el sexo con otra pareja (esta actividad suele provocarle más excitación cuando es sin el consentimiento de quienes están siendo objeto de contemplación).
También es muy usual, sobre todo en las personas de campo, realizar el acto sexual con animales, donde se sienten superiores y dueños absolutos de la situación. De esta manera queda atenuada la tensión psíquica, típica de este temperamento, cuando se está en situaciones de compromiso para la estabilidad emocional.
Podemos pensar que el temperamento nervioso debe evadir con frecuencia cualquier situación excitante y no es así. Se evita el acto de compromiso, pero no la excitación en sí. Por ejemplo, el voyeurista siempre utiliza el peligro potencial de ser sorprendido para aumentar y fortalecer la fogosidad necesaria en pos de alcanzar el orgasmo, generalmente utilizando la masturbación.
La variante exhibicionista no es practicada por el temperamento nervioso, pero en su defecto sí es muy común la pornografía (sobre todo en las nuevas generaciones), la cual llega a convertirse en una obsesión compulsiva; muchas veces utilizada para disminuir aún más los potenciales riesgos de ser atrapados en el acto voyeurista.
Algo muy interesante se pone de manifiesto cuando una persona poseedora de la combinación temperamento nervioso - voyeurista, está en presencia de alguien superior o inferior a ellos, según su apreciación personal sobre el estatus de quien lo acompaña.
Si es superior se muestra muy turbado e introvertido, por lo que la posibilidad del fracaso en el acto sexual es casi evidente. En estos casos se alimenta la conducta voyeurista, referida sobre todo a observar sin el consentimiento de la víctima y en otros casos, si existe la posibilidad de expresar la zoofilia, suele ser la salida carnal más fácil.
Por el contrario; si está en presencia de una persona de menor estatus, el voyeurismo puede convertirse con facilidad en obsesión y llegar inclusive, hasta el acto de agresión sexual, donde quedaría excluido como predominante la parafilia.
El voyeurismo y la zoofilia son parafilias más típicas en el sexo masculino, lo cual debe estar condicionado porque los hombres logran mayor excitación que las mujeres, por medio del órgano sensorial visual. El sexo femenino requiere predominantemente la sensación táctil para alcanzar placer sexual.
Si alguna vez ha conocido una persona con las características temperamentales descritas en el artículo anterior; no se descuide, y si desafortunadamente alguien de sus más cercanos seres queridos ha sido víctima de una persecución o abuso sexual, piense en aquella percepción, quizás inconsciente. No se equivocará, porque el pronóstico de este trastorno conductual es muy reservado. Cuando pensamos que está solucionado; inclusive por haber cumplido una rehabilitación carcelaria. No es así. El trastorno del comportamiento sexual matizado por un temperamento nervioso, es una obsesión compulsiva y como tal se comportará.
Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.
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