Temperamento nervioso y tendencias sexuales. Primera parte.

Por: Mariano Cañizares Parrado.

El rasgo de personalidad más típico del tem­peramento nervioso, es la impresionabilidad. Son personas en extremo sensibles. La susceptibilidad trasciende los límites de lo normal; expresándose con cierto descontrol emocional ante situaciones que para otras personas no tienen carga desestabilizadora.

En muchas ocasiones tienen un comportamien­to asustadizo y algo sentimental, lo cual genera in­quietud y cambios de humor con relativa facilidad.

En la esfera personal son personas enemigas de la rutina. Les encantan las cosas nuevas, aunque siempre les generan un poco de inseguridad e hiperkinesia.

No se les puede apurar, porque el estrés en si­tuaciones de apuro los pone muy nerviosos, pro­vocando mucha demora, al no atinar a nada. Es como si se desorganizaran desde el punto de vis­ta conductual. Si por algún inconveniente alguien los atrasa en una actividad programada con an­telación, pueden sufrir estados de irritabilidad. Se preocupan demasiado por el cumplimiento de las tareas restantes del día. Experimentan una sensa­ción de falta de tiempo.

Suelen ser muy afectivos, pero si alguien los de­cepciona con desengaños o traiciones, les llega con mucha intensidad. Tienen poca capacidad de de­fensa ante los estímulos hostiles, por lo que pue­den descompensarse fácilmente, sensibilizarse de­masiado, exagerando algo que realmente no tiene tanta importancia.

Son personas altamente sugestionables, lo cual hace posible, que sus proyectos sean cambiantes, debido a la pobreza en su autodeterminación.

Suelen ser personas caprichosas y rencorosas, con muy pobre capacidad de perdón, porque las ofensas y traiciones no sólo las perciben como tal, sino les agregan como condicionantes, ser el fruto de su debilidad y pobre voluntad para enfrentar la objetividad de la realidad circundante.

La persona portadora de este temperamento, dada su inseguridad se convierte en un ser descon­fiado, temeroso, curioso y extremadamente observador, con el fin de buscar una mayor seguridad.

También reclaman exceso de afecto, el cual es disfrazado con la necesidad de tener un mínimo de protección por todas aquellas personas, que de una manera u otra le brindan confianza en sus catarsis cotidianas.

Sus mecanismos compensatorios predominan­tes son: Fijación, regresión, aislamiento y funda­mentalmente la fantasía.

A continuación tiene la posibilidad de conocerse con más precisión. Sólo debe responder algunas preguntas. Si las contesta con lo primero que le venga a la mente, no dude ni una milésima de segundo. Usted es así.

Cada pregunta que responda con un (SI), le sumará 10 puntos. (A VECES), obtendrá 5 puntos, y los (NO), equivalen a 0 puntos.

1. ¿Es sugestionable?
2. ¿Es muy sensible?
3. ¿Pierde con frecuencia su control emocional?
4. ¿Un ruido inesperado lo(a) asusta?
5. ¿Es usted una persona insegura?
6. ¿Si lo(a) apuran demasiado responde con irritabilidad?
7. ¿Los estímulos hostiles lo(a) desestabilizan?
8. ¿Ha cambiado mucho sus proyectos de vida?
9. ¿Le parece ser una persona caprichosa?
10. ¿Se siente impotente con cierta regularidad?

Conserve el resultado de este pequeño test (no cambie su puntuación original). Cuando haya terminado de leerse los 8 tipos de temperamento que publicaré. El de mayor puntuación será su caracterización temperamental, el cual irá acompañando a sus fantasías sexuales. No lo dude. El inconsciente a veces nos traiciona.

Seguro están interesados en conocer las tendencias o apetencias sexuales anormales de este tipo de temperamento, tema a tratar en el próximo artículo.

Como siempre. Un abrazo para todos y otro para mí, y que Dios nos siga protegiendo.

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