Subestructuras de la personalidad. Segunda parte.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
A mi criterio, la personalidad está integrada por seis subestructuras, dinámicas e interactuantes en cada rol a cumplir, según las exigencias de la vida que nos ha tocado:
- Inteligencia.
- Capacidades.
- Habilidades.
- Carácter.
- Temperamento.
- Dirección y orientación.
INTELIGENCIA: (Base biológica). En este sentido, hasta el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española está errado. Detengámonos en las críticas que le hago a su definición textual:
- No es una capacidad, sino una aptitud. Condicionante que facilita la adquisición de conocimientos y la posibilidad de comprensión y entendimiento.
- No es una experiencia. Es el potencial biológico con que cuentan los seres humanos para desarrollar y almacenar sucesos vividos.
- No es una sustancia espiritual. Es una corriente energética emanada de las bases biológicas de la corteza cerebral.
- No es un ordenador. Es una condicionante biológica, capaz de permitir la estructuración de los motivos dominantes de conducta, donde se incluyen convenientemente todos los procesos psicológicos.
- No es un concepto. Es la predisposición biológica, sobre la cual se desarrollan las capacidades, útiles para elaborar conceptos.
CAPACIDADES: (Fundamento biopsicosocial). La primera capacidad, es la base biológica. Sin ella, resulta totalmente imposible su formación y desarrollo.
Menos mal que en este sentido la Real Academia de la Lengua Española, no está tan distante, porque realmente se trata de una aptitud, sobre la cual se desarrollan los distintos talentos; tanto cuantitativos como cualitativos, los cuales facilitan el buen ejercicio de algo.
Esta subestructura nos permite cultivar, desarrollar y optimizar los niveles funcionales y estructurales de todos los procesos psicológicos, como una de las bases fundamentales en el desarrollo del carácter y de la dirección y orientación de la personalidad, para comunicarnos con mayor efectividad en nuestra interacción como ser social. Aquí nos toca distinguir con suficiente claridad los términos: Capacidades y habilidades. Muchas veces desarrollamos casi al máximo las capacidades, pero carecemos de aptitudes para conducirnos hábilmente en la sociedad.
HABILIDADES: (Fundamento biopsicosocial). Es el producto de la interacción dialéctica entre dos aptitudes: Inteligencia y capacidades. Se trata del desarrollo de destrezas, pericias y experiencias, capaces de cultivar la ingeniosidad para triunfar en nuestras actividades cotidianas.
Existen habilidades superiores e inferiores. No podemos confundir estos dos tipos. Las personas hábiles superiores, no sólo son inteligentes y capacitados, sino además, han cultivado la maestría para vencer en la difícil competencia que cada día debemos enfrentar, en busca de triunfar, según nuestras aspiraciones.
Las habilidades inferiores, tratan del individuo poseedor de la aptitud inteligente, pero desgraciadamente no tuvo oportunidad, o le faltó guía y voluntad para desarrollar sus capacidades. Entonces, se apoya en la práctica, mañas y astucia, para incrementar su nivel de experiencia y efectividad, en la mayor parte de sus propósitos.
En el próximo artículo me detendré en el análisis de dos subestructuras de la personalidad a veces confundidas: Carácter y temperamento.