Sistema RENEPSFI
Ciencia para la rehabilitación de mente y cuerpo.
El Sistema
RENEPSFI restablece todas las funciones neuropsicofisiológicas alteradas por
los efectos del "envejecimiento" y las consecuencias del incumplimiento de las
leyes naturales de la vida.
Este método fue validado bajo el programa científico técnico de la Academia de Ciencias de Cuba para el quinquenio 1986-1990; con la inscripción del tema investigativo: "Psicofisiología Diferencial. La optimización y el hombre óptimo".
Fueron cinco años de trabajo, donde no hubo vacaciones y la jornada laboral en más de un 90%, se extendía a 10 horas diarias.
El sistema RENEPSFI, desde ese entonces ha resultado un método extraordinariamente útil para elevar el rendimiento de la mente y del cuerpo, en cada minuto de nuestra existencia.
Pido perdón a todos los que no han tenido el privilegio de estudiar Metodología de la Investigación Científica y Procesamiento Estadístico-Matemático, porque éste método está compuesto de dos partes:
En la primera expondré los procedimientos investigativos utilizados, para culminar la validación de un método que permitió demostrar científicamente, cómo se puede alcanzar la rehabilitación neuropsicofisiológica. Aquí por obligación, se necesitan conocimientos técnicos para su entendimiento profundo.
Para la selección de la muestra se tomaron sujetos que su actividad laboral exigiera altos coeficientes de rendimiento en las distintas funciones, propiedades, procesos y estados psicofisiológicos del organismo humano en su integralidad.
Se formaron dos grupos (uno control y otro experimental). Se establecieron todos los criterios de homogeneización a utilizar en el procesamiento de datos, mediante la comparación de los grupos extremos.
Del total de la muestra por poblaciones independientes y en el procesamiento total, partiendo de las características del grupo control en cuanto a la media ± una desviación estándar de las variables de homogeneización, se seleccionó el grupo experimental, mediante el método aleatorio no ordenado sin reposición y en igual número; de forma tal que constituyeran dos muestras independientes homogeneizadas, lo cual permite asegurar que la discriminación con relación a los niveles de rendimiento, será exclusivamente responsabilidad de las variables independientes introducidas en el proceso experimental. De esta manera quedó conformada la muestra total: grupo control 430 sujetos; grupo experimental 430, para un total de 860.
Partiendo de los requisitos y exigencias del puesto de trabajo de los seleccionados (actividades de alta precisión y seguridad), más todos los estudios realizados convenientemente, se conformaron los predictores o variables independientes y la batería de pruebas e instrumentos que la medirían.
Se seleccionaron para el estudio un grupo de 19 pruebas experimentales y no experimentales, que nos permitieran conducir con exactitud el objetivo trazado: Caracterizar multidireccionalmente todas las variables independientes, que pudieran tener relación directa o indirecta con el rendimiento de indicadores neuropsicofisiológicos.
- Anamnesis.
- Mapeo cerebral.
- Pruebas de rendimiento de los niveles de reflejos del cerebro ante actividades de alta precisión y seguridad para la vida.
- Electrosueño.
- Tratamiento de las ondas cerebrales bajo el efecto del Electrosueño. Reforzando las ondas deseadas o necesarias.
- Pruebas de retest. (Se aplicaban nuevamente el segundo y tercer paso en el procedimiento).
El procesamiento estadístico-matemático se llevó a efectos en el Instituto de informática de la Universidad Central de Cuba, por medio de microcomputadoras convencionales, mediante el paquete estadístico SPSS, utilizando la técnica del análisis discriminante.
- Análisis discriminante multifactorial.
- Regresión lineal múltiple.
- Análisis factorial.
- Prueba de Kolmogorov-Smiernov.
- Coeficiente Wilks Lanbda.
Además, para análisis complementarios se utilizaron la media y moda estadística y las desviaciones estándar. Todo ello bajo un nivel de significación alfa=0,05 y una probabilidad para aceptar confiabilidad del 99,95%.
Se estudiaron 86 variables independientes. Sólo 8 de ellas no resultaron discriminantes. Para su validación se utilizó la prueba del análisis discriminante, a través del estudio de los residuos, encaminada a conocer la relación existente entre las variables independientes medidas en cada sujeto de investigación y la variable dependiente (accidente), por bajo coeficiente de rendimiento de los niveles de reflejo de la actividad cerebral.
La segunda dirigida a la aplicación del Sistema RENEPSFI. Con una simple lectura entenderán las bondades de este método, el cual demuestra que envejecemos, no porque cumplamos más años, sino por factores ocultos a la percepción del ser humano común.
PROCEDIMIENTO PARA LA REHABILITACIÓN.
Con el objetivo de que cada uno de mis seguidores a través de esta sección, tenga conocimientos profundos del Sistema RENEPSFI, les ofreceré una apretada definición operacional de los términos fundamentales utilizados en el tratamiento.
- Anamnesis: Es un procedimiento clínico que utiliza el especialista, para poder elaborar una patografía del paciente. Es un interrogatorio donde se recogen todos los antecedentes necesarios sobre el curso y evolución de un trastorno capaz de entorpecer el equilibrio perfecto entre el ser humano y las leyes naturales de la vida.
- Mapeo cerebral: Es un método diagnóstico que nos facilita con absoluta precisión el estudio de las ondas cerebrales, por medio de gráficos que representan un registro electroencefalográfico rápido y observable en su totalidad en la pantalla del computador. Mediante él, comprobamos todas las manifestaciones de la actividad eléctrica cerebral, a través de un mapa del cerebro. Sus indicadores están regulados y aprobados internacionalmente por la OMS. La forma de realización de la prueba es muy simple ya que es una técnica que tiene como base científica precedente, la electroencefalografía. Por tanto, se basa en la aplicación de electrodos sobre el cuero cabelludo, los que facilitan el mapa mencionado, donde se agrupan las zonas de frecuencias y sus amplitudes.
- Electrosueño: Es un método curativo empleado mayormente en Rusia y Cuba. Sus resultados son realmente espectaculares. No requiere aplicación de medicamentos, no crea adicción de ninguna índole, ni tampoco tiene efectos secundarios. Su acción neurotrófica regula y garantiza la supervivencia neuronal. Facilita el crecimiento y desarrollo de conexiones sinápticas, rejuveneciendo zonas del cerebro, donde supuestamente han quedado espacios vacíos por células neuronales muertas.
CONSULTA CON UN PACIENTE.
Cuando el paciente llega a consulta se le practica la anamnesis por un especialista debidamente calificado. Acto seguido se remite al mapeo cerebral. A continuación, se le aplica una batería de pruebas altamente confiables, que evalúan con absoluta precisión los coeficientes de rendimiento del Sistema Nervioso Central y su interacción con otros sistemas y funciones del organismo humano.
Después de tener recopilados todos estos indicadores se pasa a la sesión de Electrosueño, donde bajo los efectos de este método se estimulan las distintas zonas del cerebro, detectadas por el mapeo cerebral como incompetentes para la actividad que se realiza. Ejemplo, una persona que padece de insomnio, se buscará trabajar en el tratamiento de los excesos de ondas beta y alfa, buscando mayor predominancia de ondas theta y delta, de tal manera que el paciente restablezca los parámetros de un sueño normal y estable.
Por el contrario, si estamos hablando de un guarda espaldas, un deportista de alto rendimiento, un chofer profesional, un piloto de aviación, un médico cirujano, un estudiante con bajos niveles en la capacidad de concentración, distribución y conmutación del proceso de la atención... el objetivo a alcanzar sería totalmente inverso.
El siguiente paso está centrado en la aplicación de todo el sistema de pruebas referidas para evaluar los niveles de rendimiento y así constatar científicamente, con técnicas validadas a un nivel de confiabilidad estadístico matemático del 99,95%, la eficiencia del Sistema RENEPSFI.
El cuerpo tiene su propia mente. La vieja historia de la medicina de que después de los 30 años comienzan a morir gran cantidad de neuronas por año, las cuales no se regeneran, es hoy en día una de las farsas mayores. Es cierto que no se reproducen las células cerebrales, pero las investigaciones científicas más modernas están demostrando diariamente que estas células tienen la capacidad ilimitada de crecimiento y desarrollo. Las neuronas pueden abrir nuevos canales en cualquier dirección. Su estructura (axones y dendritas), que conectan unas células nerviosas con otras, compensan la pérdida de neuronas y permiten la conmutación de procesos neuropsicofisiológicos con máxima capacidad de resistencia.
La mente óptima es un término inagotable, tanto en el tiempo como en el espacio. Los deterioros naturales del cerebro, nada tienen que ver con el aumento de la edad, sino más bien con la violación permanente de las leyes naturales de la vida y los reflejos condicionados de hábitos mentalmente patológicos.
Los circuitos de los distintos sistemas nerviosos y la dinámica de sus procesos, están preparados para existir con rendimiento óptimo, lo que nuestro corazón no será jamás capaz de resistir.
Sistema RENEPSFI frente a las alteraciones del sueño.
Existen miles de investigaciones científicas dedicadas al estudio de las distintas alteraciones del sueño. Son tantos los términos empleados por los profesionales de la medicina, que cuando el paciente se retira de la consulta, se lleva un tratamiento casi impuesto, porque realmente la terminología es tan rebuscada y ambigua, que en definitiva sabe que no duerme, pero desconoce el por qué.
No sé por qué los profesionales, cuando terminamos una carrera universitaria nos creemos los dueños del universo. Usted lee un informe hecho por un médico, un psicólogo, un abogado... No entiende nada. Es preferible agarrar un texto de la antigüedad y descifrar jeroglíficos, antes que verse en la necesidad de asistir al consultorio de cualquier profesional en la actualidad. Es tanta la arrogancia terminológica, que nos hacen sentir ratoncitos caminando entre una manada de elefantes.
Al leer estos criterios, todos mis lectores sé que me apoyarán, porque jamás empleo términos médicos para atenderlos, sino palabras comunes de significado simple y entendible. Siempre he sido del criterio, desde que terminé mi primera especialidad en el año 1984, que el mejor tratamiento para cualquier enfermedad es aquel donde el paciente se marcha de la consulta con total entendimiento del por qué debe cumplir con exactitud las orientaciones de su médico.
Que decepción para todos si ahora me pusiera a profundizar en conceptos como:
- Las disomnias
- Las parasomnias
- El insomnio
- El hipersomnio
- La narcolepsia
- Apnea obstructiva...
Tendría que hacer un tratado de psicopatología de las alteraciones del sueño, para que pudieran tener un mínimo de conocimientos, sobre estos términos tan rebuscados. No. Lo que le importa al paciente cuando asiste a la consulta de un especialista es que NO DUERME BIEN y como consecuencia al día siguiente se siente cansado, agotado, con mal humor y más que todo preocupado, porque de continuar con estos síntomas, sabe que la vejez se acerca aceleradamente.
Creo que mi mayor éxito como profesor, ha sido saber sentarme al lado del alumno y no delante del alumno, porque he valorado correctamente hasta dónde llega el desarrollo de sus capacidades.
Pero lo más interesante resulta hacerles una anécdota sobre mis primeros pacientes, cuando era un recién graduado. Uno tiene pacientes de todo tipo, pero generalmente hay dos extremos: Los muy sabios, que logran el orgasmo con las explicaciones científicas, y aquellos que me dijeron: No entendí ni frijoles... Estos me ofrecen la medida exacta de la humildad y la sencillez, como cualidades cimeras en la expresión de la personalidad de cada ser humano. Muchas gracias, de todo corazón. Ésta ha sido la mejor enseñanza de mi vida. Siendo consecuente con estas expresiones, seguiré el curso de mi pensamiento.
Para comenzar se impone una tarea nada fácil. ¿Cómo podemos definir el envejecimiento y la vejez?
A mi criterio el envejecimiento es un término objetivo, pero con marcada influencia subjetiva de quien lo percibe. El deterioro progresivo de los distintos sistemas y procesos, tanto fisiológicos como psicológicos en el organismo humano, sin duda alguna es algo que estamos obligados a enfrentar con el paso de los años, de ahí su objetividad. Pero la apreciación individual influye determinantemente en su aceleramiento hacia el camino de la muerte. Algunos ejemplos pueden darnos más claridad.
Los soñadores dicen: ¡Qué bueno sería llegar a los 20 años y no envejecer más hasta la muerte! Acá nos toca profundizar en la dirección de esta expresión.
Los pesimistas. La vida es un minuto. Estamos prestados en la tierra. Que rápido envejecemos. ¿Por qué tenemos que arrugarnos y ponernos tan feos al transcurrir los años? No sólo viven angustiados y arrepentidos de cumplir años, sino más que todo con su inadaptación, hacen infelices a quienes lo rodean, porque una de las peores enfermedades de la adultez, es aquella que no acepta con hidalguía los años cumplidos.
Los optimistas. Alzan la bandera expresando frases como: Para triunfar en la vida hay que vivir actuando como si fuéramos eternos. Cada etapa de la vida tiene sus encantos. Nos envejecen nuestros hijos y nietos, más que los años. Pero más que hablar, con su actitud diaria demuestran no envejecer. Viven una eterna juventud.
También debemos contar con los que tienen una incorrecta autovaloración entre sus aspiraciones buscando un objetivo y las posibilidades reales de alcanzar la meta. Con éstos hay mucho que hacer, porque son portadores de optimismo y esa es el arma fundamental para alcanzar el triunfo.
Finalmente encontramos un grupo que aparentemente no encaja en ninguna clasificación. Los indecisos. Éstos poseen las cualidades potenciales para alcanzar las metas más distantes, pero están envejecidos, porque en los inseguros el entusiasmo se disipa como el humo en la atmósfera. Aquí encontramos los viejos que aún no tienen años para justificar el envejecimiento fisiológico.
Entonces, la vejez no tiene edad. Sus límites son tan imprecisos, que un adolescente puede actuar como un viejo y una persona de la tercera edad comportarse como el más joven. Este concepto es la expresión máxima de la relatividad inherente a las verdades absolutas. Pero es un problema que no podemos dejar de resolver.
Recordemos las diez fuentes energéticas que gobiernan al organismo humano: la fe, los ancestros, cósmica, alimentaria, del sueño, respiratoria, ejercicio físico, trasmisión cuerpo-cuerpo, dirección de los pensamientos y objetivación o autorrealización.
También traigamos al presente el concepto de enfermedad: "La enfermedad es un estado que destruye la armonía imprescindible entre la unidad funcional biopsicosocial y los principios generales de la naturaleza, tenemos problemas con nuestra salud, cuando violamos las leyes naturales de la vida".
De esta manera vamos a respondernos las siguientes interrogantes, con el fin de precisar la inestabilidad para conciliar y mantener un sueño, capaz de restablecer las energías perdidas por los efectos de nuestras actividades diarias:
- ¿Nos está alterando el sueño nuestro concepto sobre la fe?
- ¿Existen problemas hereditarios con potencialidad suficiente como para alterar nuestro sueño?
- ¿Los efectos de una energía cósmica cada vez más cargada de iones positivos, pueden estar influyendo en la estabilidad de mi sueño?
- ¿La forma de alimentarme será causa influyente en mi mal dormir?
- ¿He sido tan inestable en mi ritmo del sueño, que hoy sufro las consecuencias?
- ¿Mi desconocimiento sobre la utilidad de una respiración adecuada, podrá haber desestabilizado los niveles de oxigenación en sangre arterial y de anhídrido carbónico en sangre venosa y por ende, alterar los ritmos biológicos de los neurotransmisores tiroxina y serotonina?
- ¿La ausencia o incorrecta realización de actividad física, estará influyendo en el equilibrio de los ciclos fisiológicos del sueño?
- ¿Estaré interactuando con los llamados ladrones de energía? ¿Mis relaciones interpersonales me provocan inestabilidad energética?
- ¿La dirección de mis pensamientos estará influyendo en la estabilidad del sueño?
- ¿El nivel de autorrealización personal alcanzado hasta hoy me hace sentir insatisfecho e infeliz conmigo mismo?
Y sobre todo revise detenidamente todas sus actitudes diarias porque apelar a las justificaciones es sólo un intento de encontrar la culpa de nuestras debilidades, fuera del campo de la responsabilidad propia. Pero si así fuera el Sistema RENEPSFI es la máxima integralidad en el tratamiento de la mente y del cuerpo. Está diseñado, validado y aplicado a la práctica clínica con suficiente rigor científico, como para asegurar con una probabilidad estadística de éxito del 99,95%, en el manejo adecuado de la influencia de las diez fuentes energéticas con que interactuamos a diario, por tanto, hasta las conductas inadecuadas encuentran su psicocorrección.
Es un sistema de tratamiento y educación, donde se aborda de forma integral los niveles de rendimiento de la mente y del cuerpo, permitiendo evitar la enfermedad en quienes aún no la padecen, o restablecer los indicadores de normalidad en los portadores de una enfermedad, capaz de alterar los indicadores neuropsicofisiológicos del ser humano.
Su
instrumental de medición ha podido corroborar la recuperación de los niveles de
reflejo del Sistema Nervioso Central en su dinámica e interacción funcional con
otros sistemas y procesos del organismo humano. Ejemplo: los coeficientes de
agotamiento del sistema nervioso. De conmutación, distribución y concentración
de la atención. Velocidad en los procesos de análisis, síntesis, abstracción,
concreción y generalización del pensamiento. Niveles de rendimiento de la
memoria inmediata, mediata, lógica y mecánica. Coeficiente de reacción ante
actividades de alta precisión y seguridad. Control de impulsos, con adecuada
capacidad autorreguladora de la personalidad ante situaciones generadoras de
estrés o ansiedad... afectados por el padecimiento de una enfermedad, accidente o
por el efecto de los años cumplidos.