No puedo decir malditos sentimientos.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
No sé si decir, que antes no éramos tan malos como asegurábamos, o agregar que ahora somos menos inteligentes de lo que suponíamos.
Un abrazo, un beso, un estrechamiento de manos. No sé si realmente eran expresiones de cariño, cuando por detrás nos pedíamos la cabeza.
Mi condición de especialista de la mente humana, (primera especialidad que hice en mi larga carrera profesional), me impide decir: MALDITOS SENTIMIENTOS.
No obstante este impedimento, quiero aseverar que los seres humanos hemos perdido por completo el SENTIDO PRÁCTICO DE LA VIDA.
Seguimos con el anhelo incontrolable del acercamiento.
Se nos arriman hasta para hacernos una pregunta innecesaria.
Hay que visitar a nuestros familiares, aunque estemos conscientes de que estamos sometidos a la influencia de una alta carga viral.
Tenemos que colaborarle a un familiar, amigo, conocido etc. En el cuidado de un hijo o hacerle un favor dentro de su hogar, sin antes hacer ninguna averiguación sobre su estado actual.
Transportar en nuestro vehículo a un familiar, amigo o conocido, porque desafortunadamente el pobrecito no tiene quien lo ayude.
Y como si fuera poco, somos capaces de recibir en nuestro hogar a otras personas, sin preguntarle nada sobre su comportamiento diario. Se nos ha olvidado que es mucho mejor atender fuera de nuestra puerta, antes que decir; pase por favor. Sin dudas, con esta actitud somos más educados, pero menos inteligentes.
Sigamos haciendo gala de los buenos sentimientos y de una excelente educación, y no pongamos a relucir, por encima de todas las cosas, EL SENTIDO PRÁCTICO DE LA VIDA EN LA ACTUALIDAD QUE NOS HA TOCADO.
Así garantizaremos tener que enfrentar la verdadera realidad de hoy. SUFRIR LA MUERTE DE NUESTROS FAMILIARES, AMIGOS Y CONOCIDOS.
Como siempre. Un abrazo para todos y otro para mí, y que Dios nos siga protegiendo.