Poder para qué.

29.01.2018

Por: Mariano Cañizares Parrado.

Hoy hablando con un paciente, sobre un discurso del presidente de Colombia: Iván Duque Márquez. Después de darle mi modesta opinión al respecto, me miró sonriendo y dijo: ¿Por qué no se dedica a la política? Usted tiene una formación académica ideal para ello. Le devolví la sonrisa y la mirada: Le respondí: Yo vivo mejor que cualquier presidente del mundo. Si quiere se lo puedo demostrar con varios ejemplos.

Este paciente, además de ser izquierdista a la máxima potencia, es petulante, autoritario y de conclusiones acabadas; quiero decir un comunista perfecto. Sólo ellos tienen la razón. Los demás están equivocados.

Teniendo en cuenta estas cualidades de personalidad, era de esperarse que me pidiera los ejemplos prometidos. Como para mí no era tan desagradable hacerlo, se los enumeré:

  1. No tengo oposición a la cual responder por ninguna de mis decisiones. En este sentido me he liberado de un sinnúmero de personas frustradas, con deseos de autorrealización por encima de sus posibilidades reales para alcanzarlas. De ahí se desprende el segundo ejemplo.
  2. No tengo que tomar decisiones cuando algún sector de la población es manipulado por la oposición para salir a hacer protestas sociales, supuestamente pasivas. En este sentido no debemos olvidar la frase célebre del eminente filósofo griego Platón (427-347 a.C) al decir: "Cuando una multitud se siente con poder, es más cruel aún que las tiranías".
  3. No necesito guardias para que me protejan, porque desde muy joven decidí estudiar una carrera que sólo se dedica a hacer el bien.
  4. No tengo enemigos, ni conflictos con ninguna persona.
  5. Soy un hombre afortunadamente casado, con una mujer extraordinariamente hermosa, con la cual he podido darme cuenta que la felicidad existe. Por tanto, no tengo que ocultar deslices amorosos, falsas familias y una supuesta estabilidad para ganar adeptos.
  6. Desde el punto de vista espiritual estoy en paz con Dios y conmigo mismo. ¿Qué más puedo pedir al respecto?
  7. Tengo propiedades en distintos países del mundo, a los cuales visito sin pedirle permiso a nadie y sin dar cuenta de mis propósitos al visitarlos.
  8. Tengo los mejores autos del mundo y como si fuera poco, hice carreteras en una de mis fincas para alcanzar más de 300 km/h sin tener la necesidad de incumplir leyes de tránsito. Inclusive, he sido elogiado por algunos policías que se han detenido detrás de la cercas para verme correrlos.
  9. Para qué necesito una casa presidencial prestada por 4 años (si no quiero ser un dictador). Cuando mis dormitorios son muy superiores a los de cualquier hotel 5 estrellas del mundo, los cuales me proporcionan un sueño profundo y tranquilo.
  10. Mis fincas apenas tienen protección y para todos mis vecinos soy un miembro más de sus familias. Excepto para algunos envidiosos, los cuales los atiendo con más esmero, sin ostentaciones ni desprecios y sobre todo, ofreciéndoles mi amistad y mi atención profesional de manera desinteresada, si alguna vez les fuera necesaria.
  11. El nombre del presidente quedará en la historia como uno más según el filósofo y político italiano Maquiavelo (1469-1527): "Intentando demostrar lo que los demás quieren ver de ellos y no lo que verdaderamente son". Sin embargo, el nombre de un científico es una huella imborrable, permanente, objetiva, solidaria y positiva. Más aún, cuando se cuenta con 14 libros escritos y 266 artículos científicos publicados.
  12. Mi economía la manejo yo, porque de cada peso que me gano tengo que ahorrar lo suficiente, para evitar la inseguridad del futuro. En este sentido, un amigo me dijo: No le tengo amor al dinero, porque muchas veces he estado con el bolsillo lleno de plata y me he sentido muy infeliz y otras veces sin dinero he gozado de felicidad. Le respondí: Eso puede suceder de manera ocasional y transitoria, pero de lo que sí estoy muy convencido, es que me preocupo cuando el bolsillo se está quedando vacío.
  13. Y como si fuera poco, si alguna vez tuviera que apelar a lo inesperado, me mandaría a hacer una bandera que dijera en letras grandes. PARA QUE QUIERO SER PRESIDENTE SI SOY MUY FELIZ CON LO QUE LA VIDA ME HA OBSEQUIADO HASTA HOY.

Como puede observar, cada paso de mi vida ha sido cuidadosamente planificado, sólo he tenido que velar por el cumplimiento de las metas propuestas para sentirme un hombre autorrealizado. Vivo sin estrés, sin tensión psíquica de ninguna naturaleza. Hago lo que deseo dentro del marco de la ley para todo ciudadano en cualquier país del mundo, sobre todo, para no tener la necesidad de responder ante el subjetivismo de aquellos que le han dado el poder para supuestamente dictar justicia. Término para mí, extraordinariamente controversial.

Finalmente, pregúntese a sí mismo cuál es la principal virtud del poder. Quizás no se haya dado cuenta, porque todos los que lo han disfrutado alguna vez, terminan siendo mendigos de sí mismo.