El narcisista.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
Recuerdo mis años de bachillerato cuando estudié "El mito de Narciso"; publicado por el eminente poeta Romano, Publio Ovidio Nasón (43 a.C - 17 d.C) en su tercer libro de "Las Metamorfosis". En él se refiere a la frase de uno de los adivinos más célebres de la mitología griega. Cuando le preguntaron si el niño tendría probabilidades de existir muchos años. Respondió: "Sí, siempre y cuando nunca se conozca a sí mismo".
No sé si esta mitología corresponda a una fascinante narración de aquella época, o si es una falsa historia, representativa del cúmulo de conocimientos adquiridos desde la antigüedad; pero de lo que sí estoy absolutamente seguro, es de la sabiduría que abriga cada una de sus palabras. Conocerse a sí mismo, es en extremo fuerte para algunas personas. Sencillamente no lo pueden soportar, porque resulta demasiado agresivo a su pobre capacidad autorreguladora, ante los estados emocionales que el acto genera.
El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por una sobrevaloración de la personalidad, donde generalmente existe muy poca correspondencia entre los niveles de autoestima y las posibilidades objetivas de autorrealización al nivel deseado. Estas personas necesitan ser admiradas y sobre estimadas por todos, lo cual engendra rasgos de personalidad demasiado desagradables.
El enamoramiento de sí mismo los convierte en personas engreídas, altaneras, orgullosas y posesivas, donde la jactancia llega a ser tan acusada, que se convierten en seres carentes de humildad y modestia, expresando en su comportamiento cierto grado de indiferencia e insensibilidad hacia los demás.
Aunque el origen de la palabra narcisista, está directamente asociado a la belleza del joven Narciso; no sólo se refiere a los rasgos físicos de una persona en particular. Existen muchas modalidades de narcisismo:
NARCISISTA ENTRE LÍMITES NORMALES:
Se refiere a una correcta auto percepción. Es decir, existe coherencia entre las apreciaciones de sí mismo, comparándolas con aquellas que tienen los demás sobre nosotros.
Todos debemos tener un poquito de narcisismo, porque representa el respeto y la estabilidad que cobijan el amor propio y el orgullo personal de todo ser humano, para hacerse respetar por los demás.
Siempre que nuestros similares vean en nosotros, cualidades exigentes de admiración y respeto con la misma intensidad y magnitud que las contempladas en la autoestima personal, estaremos en presencia de una dosis de narcisismo dentro de límites normales.
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD NARCISISTA:
No sólo incluye el amor patológico hacia el físico del cuerpo en su totalidad, sino además la sobreestimación de los valores sentimentales, éticos e intelectuales propios. La persona comienza a percibirse como alguien muy especial, aparentando una sobrevaloración a nivel consciente, cuando en realidad subyace cierto sentimiento de inferioridad.
La incoherencia entre la percepción de sí mismo y la que nuestros similares tienen sobre nosotros, provoca un desdoblamiento, utilizando el mecanismo compensatorio de la personalidad tipo racionalización, con el objetivo de restar importancia a la objetividad de las apreciaciones ajenas. Esta forma de defensa ante la hostilidad, rompe de cierta manera la estabilidad inconsciente que el narcisista tiene sobre sus propios atributos.
Cuando una persona con tendencia al narcisismo está bajo tensiones psíquicas de cualquier naturaleza, es el mejor momento para diagnosticar con precisión si estamos en presencia de un narcisismo normal o patológico.
Si está dentro de los parámetros normales, la persona responderá con cierto nivel de estrés, pero contará con recursos psicológicos y físicos capaces de restablecer la autoestima y practicará un desplazamiento como mecanismo de defensa, con el objetivo de mantener estable las apreciaciones que tiene sobre todos sus potenciales personales.
En cambio, si estamos en presencia de un narcisismo patológico, saldrán a relucir con total nitidez, las alteraciones provocadas por los aparentes estados de indiferencia hacia los criterios ajenos. En este caso la persona actúa con cierta irritabilidad y lo hará expresándola, ya sea por autoagresiones o por conductas exageradas, haciendo énfasis en los atributos personales no considerados oportunamente por quienes lo califican.
De continuar la indiferencia hacia el narcisista, entonces podemos estar inclusive ante comportamientos límites, llegando a tener conductas psicopáticas, donde se disfruta el dolor del aparente agresor.
El trastorno de personalidad narcisista, cuando alcanza límites patológicos es de sumo cuidado, porque no toleran el fracaso y más aún, cuando está relacionado con el deterioro intencional o consciente de sus atributos. No se debe dañar su autoestima bajo ningún concepto.
En caso de percibir que alguien está alterando su grandeza, con mucha frecuencia podemos inclusive presenciar conductas criminales, con conocimiento pleno de la comisión de los delitos.
No quisiera terminar este artículo sin brindarle especial atención al narcisismo físico (por lo general patológico), porque cuando comienza la enajenación narcisista, es como observar al mundo sin su presencia, por tanto, está cargado de defectos, porque su realidad supera hasta la imaginación creativa.
Si alguien osado o sincero se les enfrenta; la respuesta más apropiada puede ser por ejemplo: "Aprende a valorarme y no te proyectes". Si es mujer se cree tanto su hermosura que camina lento, moviendo sus caderas (que a veces ni las tiene), para que todos estemos pendiente de su encanto.
En el sexo son pésimas, porque al gustarse tanto, realmente no soportan el "maltrato". Un ejemplo es suficiente: Si se les succiona un seno no lo disfrutan, porque están concentradas en su pérdida de consistencia. Cuando tienen un hijo por lo general no lactan y si lo hacen, es por muy poco tiempo. El amor propio está muy por encima. Generalmente su comportamiento es compatible con un trastorno histriónico de la personalidad.
Pero si desagradable es el narcisismo físico en el sexo femenino, mucho más lo es cuando se trata de un "hombre". Se aman tanto, se creen tan bellos, que terminan en una cama haciendo las veces de una mujer. En los ensueños se enamoran a sí mismo y su realidad es superior a cualquier acontecimiento de la naturaleza, por muy hermoso que sea. Su belleza es divina, definitivamente no puede ser creada por el ser humano.
El hombre histérico de sólo verlo, conocemos su pasado,
desagradablemente vivimos su presente y gracias a Dios, sabemos casi todo sobre
su futuro. Interpretando la frase del sabio adivino de la mitología griega: El
narcisista será medianamente feliz, mientras no tenga el privilegio de
conocerse a sí mismo.