Medicina con honor.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
Hoy comenzamos a agendar citas para el año 2022. Hemos recibido 179 llamadas. De éstas, se han entrevistado 72, los cuales serán llamados en esta semana, para darle fecha y hora de asistencia a consulta el próximo año.
Según veo las cosas, como en todos los años anteriores, me parece que en el mes de noviembre quedarán ocupados los espacios de muchos meses, pero lo más significativo, resultan las estadísticas que les voy a brindar sobre este primer día.
La mayor parte de mis pacientes están concentrados en algunas profesiones. Las enumeraré según el porciento que representan en mi agenda durante muchos años: Abogados, docentes, odontólogos y otros profesionales de la salud, ganaderos, empresarios, rentistas de capital, ingenieros (más que todos en sistema), contadores, médicos veterinarios, psicólogos, trabajadores bancarios y políticos fundamentalmente.
El 97.6% del total de pacientes que atiendo por año, son profesionales universitarios. Es decir, tienen suficiente desarrollo de sus capacidades, como para saber cuidarse, y evitar ser contagiados con cualquier enfermedad.
En este primer día se puso de manifiesto una tendencia observada desde el mismo comienzo de la pandemia, provocada por la COVID-19.
Nuestra institución hace una entrevista a todos los pacientes para ser agendados. Una de las preguntas, después de la aparición de este virus, se refiere a si la persona entrevistada ha sido contagiada con esta enfermedad.
En este año, de un total cercano a los dos mil pacientes, han sido diagnosticados positivos para el virus, 442 personas; sin distinción de raza, sexo, edad, profesional o no etc. Los porcientos han sido bastante parecidos. Quiero decir. Desde el punto de vista estadístico matemático, no existen diferencias significativas. Sin embargo, hay algo tan sobresaliente que deseo dedicarle un punto y aparte.
La profesión de Doctor en Odontología, en todas sus especialidades, ha existido CERO CONTAGIOS en mi consulta. Al respecto he llegado a una sola conclusión. HONOR.
Primero: Siempre han usado tapabocas. Hubiera o no pandemia. Es lo correcto y ético para cualquier profesional de la salud. Resulta de muy mal gusto estar examinando a un paciente en una camilla y explicándole a la vez las posibles apreciaciones del profesional. EN POCAS PALABRAS: Escupiéndole la cara.
Segundo: Sin existir ninguna pandemia, han usado guantes desechables para atender a los pacientes, y como si fuera poco, se lavan las manos permanentemente. ¿Será digno de imitar por los demás profesionales de la salud? Me parece más pulcro y correcto que estar bañándose constantemente las manos con gel antibacterial. Cuando atienden al paciente es como si estuvieran practicando una dactiloscopia. Es decir, les dejan las huellas digitales por todo el cuerpo, y con ellas: Hongos, virus, y por qué no bacterias.
Tercero: Tienen un alto y prestigioso concepto sobre la presencia del aseo en el buen estado de salud. Les dicen a sus pacientes que deben lavarse la boca cada vez que ingieran alimentos. A propósito: Jamás he escuchado a un médico mandar a bañarse a sus pacientes. Sin estar oculto para nadie, que más del 85% de todas las enfermedades, derivan de un incorrecto aseo personal. Los perfumes, desodorantes y cremas, disfrazan los malos olores, pero no matan sus consecuencias.
Y finalmente. Trabajan directamente con las fosas nasales y la boca de sus pacientes encima de ellos. Ahí tenemos el dato más científico de todos. SI ES USTED PROFESIONAL DE LA SALUD, USE TAPABOCAS, HAYA O NO PANDEMIA, Y EVITARÁ UN PORCIENTO INCALCULABLE DE CONTAGIO CON MUCHAS ENFERMEDADES. ESPECIALMENTE RESPIRATORIAS.
Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos
siga protegiendo.
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