Las adicciones. Artículo introductorio.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
Las adicciones generalmente son el producto de la búsqueda equivocada de compensación, cuando estamos en presencia de estados psíquicos no controlados conscientemente.
Es un mecanismo de evasión a nivel inconsciente, donde la persona esconde su pobre capacidad autorreguladora ante las emociones, sentimientos, pasiones, conflictos y frustraciones, impuestas como el resultado de su interacción diaria con el mundo que le rodea.
A pesar de que estas personas comienzan a tener frecuentes desequilibrios biopsicosociales con la realidad circundante, en los próximos artículos pondré a pensar a la humanidad, sobre la disyuntiva tan de moda, de si estamos en presencia de un enfermo o un irresponsable.
Cada día vivido me convence más sobre un hecho evidente: Los seres humanos que hemos formado una adecuada dirección y orientación de la personalidad. Lo que es igual a decir: Contamos con valores éticos suficientemente estables, como para respetar las normas sociales primordiales, sin sacrificio alguno; estamos prácticamente obligados a vivir dentro de nuestro hogar, para poder evitar las consecuencias de los trastornos del comportamiento, típicos de tantas personas amantes de los vicios, no sólo perjudiciales a la salud humana, sino a las más elementales reglas de convivencia.
Cada minuto transcurrido en este mundo totalmente neurótico, acrecienta la cantidad y variedad de vicios y adicciones a las que son susceptibles todos aquellos seres humanos, desposeídos por naturaleza, de sentimientos capaces de considerar con atino, lo esencial en una normal y empática relación interpersonal.
Los derechos humanos de aquellos que comprendemos lo noble de no molestar a nuestro semejante con gustos aberrados, y por supuesto, incómodos para el establecimiento de una buena comunicación, están cada vez más opacados, sobre todo, por aquellos que cuentan con la posibilidad de elegir por nosotros, lo que puede resultar correcto.
Todos los artículos que publicaré a continuación serán de cierta manera desagradables para algunos, porque ya los vicios y los gustos de determinados grupos de personas, hacen casi imposible vivir en sociedad, y como si fuera poco, hay muchas organizaciones instando y protegiendo semejantes anormalidades del comportamiento.
Como
siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.
Comentarios: Clic para ver más.