La infección irruptiva. Es la amenza más grande de la Covid-19 hasta el día de hoy.

Por: Mariano Cañizares Parrado.

¿Qué es una infección irruptiva?

Los CDC definen una infección irruptiva de la vacuna, como aquella en la que un hisopo nasal puede detectar el ARN o la proteína del Sars-CoV-2 más de 14 días después de que una persona haya completado las dosis recomendadas completas de una vacuna Covid-19 autorizada por la FDA.

En pocas palabras, y mucho más claro. Como a mí me gusta escribir. Así todo el mundo me entiende, sin tantos términos científicos rimbombantes. Si usted ha sido vacunado y se infecta después de la vacuna, forma parte de los afectados por una infección irruptiva, donde el virus ha roto la supuesta barrera protectora que alguna vez pensamos debía provocar la vacuna.

Aclarados estos términos imprescindibles, entremos a analizar, lo que a mi criterio representa la mayor amenaza de contagio en la historia de la COVID-19. Algunas estadísticas pueden ser muy ilustrativas.

"Por ejemplo, 46 estados y territorios de EE.UU. informaron voluntariamente 10.262 infecciones irruptivas a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés) entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2021. En comparación, hubo 11,8 millones de diagnósticos de Covid-19 en total durante el mismo período".

Es bueno aclarar que estas estadísticas en vez de mejorar, han empeorado después de la aparición y circulación mundial de la cepa Delta. Recientemente los funcionarios de Provincetown han emitido un nuevo aviso de uso de mascarillas, independientemente del estado de vacunación. Tal decisión tuvo lugar apoyados en uno de los brotes más conocidos entre las personas vacunadas, el cual ocurrió en la pequeña ciudad costera de Provincetown, Massachusetts, cuando miles de personas vacunadas y no vacunadas se reunieron en pistas de baile y en fiestas en casa durante el fin de semana del 4 de julio para celebrar la festividad, y lo que parecía como un punto de inflexión en la pandemia resultó, que aproximadamente tres cuartas partes de las 469 infecciones se produjeron entre personas vacunadas.

La conclusión de estos autores fue realmente muy alarmante, porque entonces los vacunados tendrían la misma probabilidad de transmitir la Covid-19, que los no vacunados.

¿POR QUÉ ESTOY TAN PREOCUPADO?

Es muy sencilla y humilde la respuesta: La falsa seguridad provocada por la vacunación, está siendo confundida por los vacunados y los no vacunados.

Supongamos que una persona vacunada tenga menos probabilidad de llegar a enfermar por un contagio con la COVID-19. "Esta hipótesis", nos está siendo totalmente egoístas, no por maldad, sino por falta de conocimiento. Usted quizás tenga esa protección, pero la que sí estoy absolutamente seguro que NO TIENE, es la posibilidad de contagiarse con la enfermedad, AUNQUE ESTÉ VACUNADO.

El hecho de no desarrollar la infección, a pesar de estar contagiado, hace posible que usted contagie a diestra y siniestra sin tener consciencia de ello.

DOS PENSAMIENTOS QUE NOS PUEDEN LLEVAR A LA MUERTE.

1. Yo estoy vacunado, por tanto, quien se relaciona conmigo no corre peligro.
2. Yo no estoy vacunado, pero mi amiga sí. Entonces, yo no tengo ningún riesgo.

Los vacunados en este momento son la principal fuente silenciosa de contagio, dado porque evidentemente este virus no inmuniza, ni las vacunas hasta hoy descubiertas tampoco.

NOS QUEDA UNA SOLA CONCLUSIÓN:

Si no quiere morir por la infección provocada por la COVID-19, siga cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad implantadas antes de la primera vacuna aprobada por la FDA.

FRASES MUY DAÑINAS PARA LA SALUD EN LOS DÍAS DE HOY:

1. Vamos a inmunizar a toda la población. Debíamos decir: VAMOS A VACUNAR A TODA LA POBLACION.
2. La frase: INMUNIDAD DE REBAÑO, debiera ser eliminada. Me parece una total ignorancia.
3. Cuando todos estemos vacunados, se habrá logrado la inmunidad contra el virus. Sería mejor decir: Tendremos menos probabilidad de morir, en caso de ser contagiados.

Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.

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