Energía respiratoria.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
El sufrimiento y los años cumplidos, no son los únicos responsables del envejecimiento del corazón.
En esta oportunidad quiero demostrarles, cómo el ciclo respiratorio entrenado y controlado puede alargar de manera considerable la vida útil de nuestro corazón.
Para un mejor entendimiento y de manera muy sencilla, les diré que se tomó como variable dependiente, el ciclo cardiovascular con relación a la variable independiente frecuencia respiratoria y a su vez se invirtieron los términos de interdependencia, por un procedimiento esencial de la estadística inferencial, bajo una muestra grande (3 422 pacientes), con distribución simétrica. Lo cual nos permite con total precisión, establecer los niveles de correlación inter variables dependientes e independientes.
De esta manera, si tenemos en cuenta que la población colombiana masculina tiene una media de expectativa de vida de 74 años, se tomaría este indicador como una constante, que permita evaluar el nivel de resistencia de nuestro corazón en dependencia del ritmo cardíaco constatado, según la influencia experimental del ciclo respiratorio. Un ejemplo puede hacer más evidente la información.
El procedimiento fue muy sencillo: Toma de la frecuencia respiratoria y cardíaca, en dos momentos diferentes homogeneizados:
- Bajo altos niveles de tensión psíquica, provocada en condiciones experimentales.
- Después de aplicar el sistema de tratamiento (Digitopuntura sensitivo-motora).
Se obtuvieron dos resultados altamente significativos:
- Aquellas personas que su frecuencia respiratoria era superior a 19 ciclos por minuto, tenían una frecuencia cardíaca entre 85 y 90 ciclos por minuto, con una desviación estándar de ± 2.5 con relación a la media estadística encontrada 87.5, se les fijó un código igual a 1.00, equivalente a la expectativa de vida 74 años.
- Mientras que después de aplicada la Digitopuntura sensitivo motora, la frecuencia respiratoria bajó a 11 ciclos por minuto y la frecuencia cardíaca estuvo entre los 61 y 65 latidos por minuto, con una desviación estándar de ± 2 con relación a la media estadística encontrada 63.
Si, 87.5 ÷ 63 = 1.39 y multiplicado por la expectativa de vida 74 = 102.77. Nos demuestra, que si nuestro ciclo respiratorio se mantuviera cercano a once (11), el corazón en vez de vivir 74 años, resistiría 28.77 años más, que con un ritmo respiratorio de 20 ciclos por minuto.
Pero más aún: Entre 20 y 11, existe una diferencia de 9, que multiplicado por 60 minutos y seguidamente por 24 horas, nos da un saldo de 12 960 contracciones y dilataciones más del corazón en un día de nuestra existencia.
Si el estrés es constante y mantenido por un año. Entonces el corazón estaría obligado a latir 4 730 400 veces más, que una persona entrenada para mantener una respiración saludable.
Siendo consecuente con los resultados investigativos expuestos. En un año usted tiene 4 730 400 veces más probabilidades de atrofiar el músculo cardiaco por exceso de uso, y como consecuencia sufrir, por ejemplo, de una miocardiopatía con todas sus consecuencias y por qué no, un envejecimiento precoz del corazón.
Recuerdo cuando era niño. En una ocasión le pregunté a mi madre: Mami, ¿Por qué el corazón nunca se cansa? Mi viejita, con esa rapidez del pensamiento que la caracterizaba, me respondió: "Hijo. Si pararse y a veces de manera definitiva no es cansancio". Hoy, con una formación académica suficiente, pudiera decirle: No necesariamente madrecita; pero sin dudas, puede ser una de las reacciones al cansancio.
Como siempre. Un abrazo
para todos y otro para mí, y que Dios nos siga protegiendo.
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