El ritmo alimentario.

Por: Mariano Cañizares Parrado.

Analogías.

En este artículo debe imaginarse un paralelo sobre como transcurre la vida de un ser humano en las 24 horas de un día.

Si la melatonina tiene su máximo nivel de concentración alrededor de las 12:00 a.m. Podemos hacer semejanza con el acto de fecundación, proceso que en su desarrollo da lugar a lo más preciado de la naturaleza (la vida). El embarazo o gestación es un devenir del tiempo, donde cada día crece más el amor, la ternura, la amabilidad. Donde aumentan como la espuma: La responsabilidad, la madurez, los planes serios y seguros, proyectados como un rayo de luz hacia el futuro. A las tres de la mañana, siguiendo la elipse de la vida, nuestra criatura tiene unas 20 semanas y así sucesivamente. A las 6:00 a.m. los rayos de luz comienzan a inhibir la melatonina, activándose predominantemente el neurotransmisor catecolaminas. Nace el día y con él esa preciosa vida esperada por más de 38 semanas. ¡Qué larga espera!

A las 6:00 a.m. nuestro cuerpo nace cada día y como a un niño, hay que bañarlo de inmediato, para eliminar todas las toxinas liberadas durante la noche a través de nuestros esfínteres capilares. Acto seguido al recién nacido, hay que darle el primer alimento a las 7:00 a.m. ¿Qué opinan ustedes si a esa hora tomamos un riquísimo café y disfrutamos de un delicioso cigarrillo con los más excitantes aromas? Si el cuerpo pudiera expresarse con palabras gritaría como el mejor barítono: "Por qué me imponen correr, si aún no se caminar".

A un niño hay que tratarlo con todo el cariño del mundo. La ternura debe desbordarse como el oxígeno en las montañas, como el agua en ríos cristalinos, como las flores en el comienzo de una primavera. Entonces, si usted quiere tener un peso ideal; comience el día con alimento pre digerido y aún mejor, si tienen condición totalmente natural.

A las 9:30 a.m. nuestro cuerpo es un adolescente (cree poder luchar contra todo y realmente no puede contra nada), pero hay que comprenderlo. Aún es un niño, por tanto, hay que continuar acariciándolo tiernamente. A esta hora debemos seguir alimentándonos con nutrientes donde los jugos gástricos no jueguen aún un papel determinante en el proceso digestivo, para evitar generación de toxinas.

Entre las 9:30 a.m. y las 12:00 m. la biología humana disfruta del período de nuestra existencia al que nunca queremos renunciar (entre 18 y 30 años). ¿Cuántas virtudes se acumulan en sólo 12 años? Como decía mi madre "quien no fue a esta edad, le costará trabajo en otra".

Al medio día empezamos a luchar contra la vejez. Comienza el descenso de la parábola. Pero a esta hora tenemos el máximo rendimiento metabólico. Podemos comer grandes cantidades de proteínas. Por supuesto, adecuadamente combinadas con otros alimentos.

¡Qué rica es una carne asada con papas a la francesa! Pero, tenga presente que la bioquímica de los alimentos es una de las asignaturas más difíciles de la medicina. Las carnes, una vez en el estómago necesitan jugos gástricos ácidos para poder pasar a la fase de absorción; las papas jugos gástricos alcalinos... ¿Entonces? Simple química: Ácidos y alcalinos se neutralizan entre sí, consiguiendo que la carne se pudra y se fermenten los almidones.

Para bajar de peso, se necesita que el almuerzo (alimento principal del día), cumpla con las proporciones ideales del organismo humano, el cual tiene un aproximado de 33% sólido y 67% líquido. De esta manera; la alimentación en este horario debe ser 33% carnes blancas y 67% alimentos en condiciones absolutamente naturales, como ensaladas de hortalizas, frutas y vegetales.

En el intervalo de las 12:00 m. a las 2:30 p.m. transitamos por la juventud madura (entre los 30 y los 45 años). Etapa en la cual el cuerpo empieza a sufrir grandes metamorfosis biológicas (sobre todo en el sexo femenino), por eso a las 2:30 p.m. debemos ingerir alimentos líquidos, con alto contenido vitamínico y minerales nutrientes.

Desde las 2:30 p.m. y hasta las 5:00 p.m. vivimos la etapa de la experiencia, combinada aún con suficiente energía (entre los 45 y 60 años). Sin embargo, no nos engañemos; no corremos a los 60 como lo hacíamos a los 30. A esta hora debemos comenzar a interiorizar que la vida es una parábola y que, si a esta altura no empezamos a cuidarnos, la curva será perfecta.

Un ejemplo para más entendimiento: Al nacer somos arrugados; con ojos hinchados y poca capacidad de percepción; no sabemos hablar y cuando aprendemos, expresamos un sin número de boberías y cosas sin sentido; nos orinamos y nos defecamos en la cuna, nos llevan a pasear en un lindo cochecito, ignorando cuánto deseamos el calor de un pecho para sentirnos abrigados, llenos de afecto y como si fuera poco, nos gobierna todo el mundo.

Pero, mucha atención. Si entre los 45 y los 60 años no admitimos conscientemente que nos estamos poniendo viejos, entonces nos sorprenderá la vejez, porque ella llega. No lo dude. Se cumplirá con absoluta perfección el descenso de la parábola y a los 80 años, no nos cabrá una arruga más; apenas podremos abrir los ojos; hablaremos un sin número de boberías y cosas sin sentido; nos orinaremos y nos defecaremos en la cama; si nos llevan a pasear será en una silla de rueda, no se olvidarán sólo los afectos, sino hasta los baches de las aceras que remueven a nuestro viejo y maltratado cuerpo y como si fuera poco, nos gobernará todo el mundo.

A esta edad debemos comenzar a comer alimentos pre digeridos, que no cause excesivo desgaste, por el metabolismo de los alimentos y evitaremos contar una historia tan dolorosa.

A las 5:00 p.m. y hasta las 7:30 p.m. vivimos la tercera edad. Toda etapa de la vida tiene sus encantos, pero debemos empezar a tomar conciencia de que realmente estamos envejeciendo.

A las 7:30 p.m. nuestro cuerpo es un anciano; alcanza los 80 años y como a un niño hay que tratarlo con todo el cariño del mundo. ¡Qué rico un buen bistec de cerdo con yuca en salsas y un buen vino para terminar un día estresado! Si el cuerpo pudiera expresarse con palabras gritaría como el mejor tenor: "Por qué me imponen correr, cuando me duele caminar".

A esta hora cumpla con la sabiduría de este proverbio. "El desayuno cómaselo usted mismo; el almuerzo, compártalo con su amigo y la cena, désela a su enemigo".

A las 10:00 p.m. debemos tomar aromáticas sedantes, analgésicas, antipiréticas, antiinflamatorias o hervir cáscaras de frutas con alto contenido en fructuosa, para ayudar el tránsito a la muerte de las catecolaminas y en el mismo devenir, darle fuerza a la melatonina, que hará posible el amanecer de un día más, con el nacimiento de una nueva vida.

Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.

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