Cómo detectar quien le roba la energía. Primera parte.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
En la vida todo es energía y los más fuertes vencen a los más débiles, a mayor equilibrio bioenergético, más posibilidades tendremos de triunfar cuando nos relacionamos con nuestros similares.
Si nuestros campos magnéticos individuales no están equilibrados, siempre seremos víctima de los ladrones de energía. Para demostrárselo los voy a poner a meditar sobre algunas reflexiones:
¿Cuántas veces les ha sucedido que, al recibir la visita de alguien, cuando éste se marcha, sienten como si le hubiesen robado toda su energía? Es totalmente científico.
Hay personas que sin proponérselo son ladrones profesionales de energía y su intercambio es totalmente desigual. En estos casos no piensen que ustedes son inferiores. Los ladrones de energía son como los vampiros, cuando están carentes de fuerza energética salen a buscarla. No se pueden detener.
Ahora bien. ¿Quiénes son estas personas? ¿Cómo es su personalidad? ¿Cómo es su comportamiento?
En este artículo sólo me referiré a una modalidad de ladrón de energía. En próximas publicaciones explicaré con lujo de detalles las características de personalidad de otros tipos de ladrones energéticos.
Primera modalidad:
Estos seres humanos caminan lento, se quejan permanentemente de la suerte. Es como si las desgracias y los infortunios los persiguieran como las moscas al azúcar. Los dolores que para otra persona pueden ser percibidos como una simple molestia, para ellos resultan tan intensos que pueden llegar hasta la "pérdida de consciencia". Su diálogo jamás es alegre. Sus historias cuando más atractivas resultan, están tan cercanas al drama sentimental, que te parece estar viviendo una novela mexicana.
Este tipo de persona no busca sus amistades con el diálogo de la cooperación compartida, sino a través de la pena, del sentimiento de provocar que le tengan lástima, desean los síntomas para sentirse rodeados de consoladores y comprensivos conocedores de su mala suerte. Son inconstantes en la búsqueda de objetivos que le provoquen felicidad o al menos placer. Sus sentimientos son inestables, cambiantes, pero siempre dentro de los cánones de una tristeza disimulada. Son altamente sensibles, aprensivos, con frecuentes estados de tensión psíquica; bajo los cuales no responden con ansiedad, sino más bien con tristeza y depresión no invalidante.
Tienen poco sentido práctico, porque cada una de sus actuaciones, están matizadas por la melancolía, la indecisión. Lo más característico de este personaje es que siente pena por todo el mundo. Pobrecito (a)...Son maestros en el manejo de la energía que proyectan, para recibir lo que necesitan a su antojo. Su temperamento es sentimental-melancólico.
Realmente uno no sabe si sentir lástima o rechazo hacia ellos. Lo que si sabemos y percibimos con total claridad, es que al marcharse nos dejan como un trapero bien exprimido.
Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.
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