Caso muy curioso.
Por: Mariano Cañizares Parrado.
Hoy me llamó una persona que tiene relación muy estrecha con la medicina. Me dijo que se estaba sintiendo muy mal. Según lo que me ha descrito, sin dudas tiene el COVID-19. Resulta que no sé por qué razón, a pesar de estar entre mis amistades, no le pone me gusta a mis comentarios. Por su conversación conmigo. Hoy pude comprobar, que es un espectador pasivo de todas mis publicaciones.
Si me comportara normalmente, según las expresiones encontradas en muchos profesionales de la salud, en estos tiempos, le hubiera hecho caso omiso. Sin embargo, hice todo lo contrario. Le dediqué 37 minutos de mi apretado y valioso tiempo. Le orienté todo lo que debe hacer para evitar el progreso del virus en su humanidad. Le di terapia psicológica, y le aseguré que no había ninguna razón para morir. En definitiva. Hice lo que debe hacer quien haya leído, aunque sea el nombre del padre de la medicina: HIPÓCRATES (460-370) a. de C.
Atender hasta su peor enemigo.
Convertir el rechazo en empatía cordial.
Actuar siempre con extrema humildad.
Amar hasta borrar del pensamiento, la más imperceptible imagen de rencor o ánimo de venganza.
Pensar sólo en la sagrada misión que Dios nos regaló cuando decidimos estudiar esta hermosa carrera: SALVAR VIDAS.
Como siempre. Un abrazo para ustedes y otro para mí y que Dios nos siga protegiendo.