Adicción a fumar y covid-19.

Por: Mariano Cañizares Parrado.

Según el último informe de la OMS sobre las tendencias mundiales del consumo de tabaco en el año 2020, la cifra se acercó a los 1400 millones de fumadores, pero lo más doloroso de esta alarmante cifra es que, aproximadamente 43 millones de niños entre 13 y 15 años consumen tabaco.

La covid-19 fue capaz de provocar en quienes nos dirigen, un sin número de conductas aberrantes:

• Nos encerraron como si fuéramos cerdos en un corral.
• Nos pusieron barricadas a las entradas de los pueblos, teniendo que dejar nuestros autos con total inseguridad.
• Los toques de queda eran la orden del día, y si los violábamos éramos sancionados con multas absurdas y extremadamente elevadas.
• No había nada más parecido a un campo de concentración. Si éramos autorizados a salir, nos fumigaban con cloro, afectando de manera considerable nuestra salud, haciéndonos cada vez más débiles ante la presencia del virus.
• Las personas adultas sufrieron rigores adicionales, no sólo ridículos, sino más que todo, discriminativos y estigmatizantes.
• Puede ser interminable la lista de estas atrocidades.

A pesar de esta crueldad, este virus en 19 meses, sólo ha logrado matar hasta hoy, 4 millones 685 mil 234 personas. Cifra realmente benévola, si tenemos en cuenta que el consumo de tabaco cada año mata más de 8 millones de seres humanos. Es decir. El doble en sólo 12 meses. "De estos 8 millones de muertes, 7 millones se deben al consumo directo de tabaco. Mientras que alrededor de 1,2 millones, se deben a la exposición de no fumadores al humo ajeno". Como podrán comprender 1 millón 200 mil personas aproximadamente, mueren cada año en contra de su voluntad, asesinados por viciosos, que no son capaces de controlar su trastorno de personalidad. Se impone una pregunta: ¿Los que nos dirigen han pensado alguna vez?

• Sancionar con multas a los fumadores.
• Aislarlos como chanchos en un corral.
• Obligarlos a fumar en la habitación donde tendrán que dormir y, con la advertencia de que, si los ven fuera fumando, serán seriamente discriminados y estigmatizados.
• NO, NO y NO. Como si fuera poco, algunos políticos de tres neuronas, adicionalmente, quieren legalizar el uso de la marihuana, (alcaloide que ha demostrado tener algún beneficio, sólo empíricamente).

Más importante aún resulta destacar que, "el informe de la OMS aborda el consumo de cigarrillos, pipas, cigarros, pipas de agua, productos de tabaco sin humo (como bidis, cheroots, kretek) y productos de tabaco calentados. El informe no abarca los cigarrillos electrónicos" (El más idiota entre todas las formas de chupar humo). Al respecto. En el año 1993, en el programa de más rating de la República Argentina en aquella época, (estando al aire) le pregunté a una gran personalidad, por supuesto, fumadora. Si usted ve a una persona chupando una pierna de jamón por más de una hora, sin darle tan siquiera una mordidita para ingerirlo: ¿Qué pensaría? Esa celebridad, de manera muy espontánea, me respondió: "Pues para mí es un idiota". Sin esperar un segundo le acoté. ¿Qué nos tocaría decir de una persona, que se pasa años chupando humo?

Este apasionado vicio, relacionado con casi treinta enfermedades, de las cuales diez son cán­cer de diferente naturaleza, donde se encuentra el de pulmón, el cual en más del 90 %, el cigarrillo resulta el agente precipitante principal, está cien­tíficamente comprobado que se puede abandonar con un poquito de voluntad. Basta dejar de fumar una semana para perder completamente la adicción. Sin embargo, la debilidad psicológica puede más que el sacrificio de la fisiología, sufriendo mi­nuto a minuto un deterioro, que más tarde o más temprano será nuestro asesino.

Nunca confundamos el hecho de estar relaciona­do con casi treinta enfermedades, con el de afirmar que, el hábito de fumar pueda constituir una enfer­medad en sí.

¿Las consecuencias derivadas del acto de fumar, son acaso sinónimos de enfermedad? Tema a tratar en el próximo artículo. MUCHO MÁS A QUEMARROPAS QUE ESTE.

Como siempre. Un abrazo para todos y uno para mí, y que Dios nos siga protegiendo.

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