¿Medicina o cachumbambé?

23.06.2015

Por: Mariano Cañizares Parrado.

En Cuba la palabra cachumbambé se define como una especie de balancín usado fundamentalmente para el entretenimiento infantil. Caracterizado por bajar y subir permanentemente y de manera rítmica.

Hoy trataré de explicar el significado de esta definición, a través de los tratamientos médicos contrapuestos y desgraciadamente indicados con una frecuencia incalculable.

¿Cuántos de los que están leyendo este artículo tienen indicaciones medicamentosas como las que voy a mencionar?

Recibo semanalmente alrededor de unos seiscientos correos sin hacer esta pregunta; así que no tengo la menor idea de cuántos serán cuando comiencen a escribirme quienes han tenido el privilegio de ser víctima de estas iatrogenias médicas.

Son muchos los ejemplos, pero en esta oportunidad quiero referirme a dos de ellos, dada la frecuencia constatada en mi clínica.

  • Ácido acetil salicílico (ASA) en pacientes hipertensos.
  • Glucosamina en pacientes diabéticos.

El uso de la aspirina es tan común, que en la actualidad ya está presente comercialmente en más de un tercio de los países del mundo. Se indica hasta por efecto placebo. ¡Qué locura!

Se le atribuyen tantas propiedades que resulta ser ingerida para todo tipo de dolor: Artritis, reuma, cefaleas, lesiones musculares, caries dentales, molestias menstruales... También es usada para bajar los estados febriles, disminuir la sintomatología de los resfríos etc.

Pero lo más interesante está cuando es recetada por un médico, sin existir antecedentes de anginas, accidentes cerebrovasculares isquémicos, o un simple bloqueo de la sangre en cualquier zona del cuerpo. Es decir, el único criterio está sustentado por la constatación de una presión arterial no tan elevada.

Es tanta la frecuencia en el consumo innecesario de este medicamento, que el presente año lo he comenzado indicando estudios de pH de orina a los pacientes hipertensos consultados. Ya son 72, y en todos los casos he podido constatar naturaleza ácida (pH inferior a 5).

Es muy bueno saber que cuando el pH presenta naturaleza ácida mantenida durante distintas tomas de muestras, en diferentes días y horas, comienza inmediatamente la retención de líquido, con el intento de neutralizar los efectos de la acidificación, trayendo por consecuencia el aumento inmediato de la tensión arterial.

A estos pacientes se les ha suspendido el ASA, acompañado de una alimentación predominantemente antioxidante. Esto ha sido suficiente para que el 73% de ellos, hayan abandonado los medicamentos antihipertensivos por voluntad propia, dada la comprobación de su consumo innecesario.

Como si fuera poco, la retención de líquido es uno de los factores predisponentes al aumento progresivo del peso corporal, y todos sabemos lo bien llevados que son la obesidad y la hipertensión arterial.

No puedo dejar de escribir textualmente la frase que todos repiten: "Que chistoso, una me la sube y el otro me la baja". Yo le agrego: ¿Medicina o cachumbambé?

La hipertensión arterial, la diabetes tipo dos y la obesidad, son tres amigos que muy pocas veces se separan en las penurias presentes en cada una de ellas, donde muchas veces no se sabe con total precisión quién busca a quién.

Lo que sí está claro es que la diabetes tipo dos tiene su origen en una incorrecta utilización de la insulina por el cuerpo, por tanto, se presentan problemas en el transporte de la glucosa hasta su almacén (las células), para posteriormente ser utilizada como una fuente de energía necesaria ante la presencia de cualquier actividad del ser humano. Y por otra parte, generalmente es diagnosticada en presencia de sobrepeso.

Existen dos tipos de diabetes, sin contar con las modalidades muy casuísticas como: Las relacionadas con fibrosis quística, gestacional, hereditarias... Pero en este artículo quiero referirme a una variante provocada generalmente por automedicación, por supuesto, carente de un mínimo de conocimientos al respecto; y por qué no mencionar algunas iatrogenias médicas cuando se recetan medicamentos como la glucosamina.

Este medicamento muy utilizado con la finalidad de disminuir los dolores provocados por la osteoartritis y supuestamente para restablecer la consistencia de los cartílagos presentes en el cuerpo humano, pertenece al grupo de los azúcares simples o monosacáridos, y es conocido que desde el punto de vista bioquímico disminuye los efectos de varios medicamentos indicados para el control de la diabetes, dentro de ellos los más comunes en los tratamientos actuales (la metformina y la glibenclamida).

Desde principios del 2012 vengo suspendiendo la indicación de la glucosamina y aplicando una dieta balanceada, según las exigencias nutricionales de un paciente portador de hiperglucemia. Para mí no fue una sorpresa, pero para muchos lo ha sido: En el 96.3% de los casos se han eliminado por completo los medicamentos indicados en el control de la diabetes, sobre todo, la metformina y la glibenclamida.

Qué lindo fuera graduar médicos integrales, porque la súper especialización en la medicina, está llevando a formar especialistas del pie derecho y otros del izquierdo.

El Ácido Acetil Salicílico (ASA) no es merecedor exclusivo de la frase común en estos pacientes: "Que chistoso, una me la sube y el otro me la baja". Yo le agrego: ¿Medicina o cachumbambé?